Acantilados de Formentera: Tesoro Natural Mediterráneo
Descubre los impresionantes acantilados de Formentera, la hermana pequeña de Ibiza. Explora paisajes fotogénicos y consejos prácticos para disfrutar del turismo en esta joya del Mediterráneo.
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4/7/20259 min leer


Ruta por los Acantilados de Formentera: Un Paraíso Natural entre el Cielo y el Mar
Introducción: La Costa Salvaje de la Isla Más Pequeña de las Baleares
Formentera, la hermana pequeña de Ibiza, esconde uno de los tesoros naturales más impresionantes del Mediterráneo: sus acantilados. Estos gigantes de piedra caliza que se elevan majestuosamente sobre aguas cristalinas de tonos turquesas representan uno de los paisajes más fotogénicos de las Islas Baleares. A pesar de ser la isla habitada más pequeña del archipiélago balear, con apenas 83 km², Formentera concentra una diversidad paisajística sorprendente, donde los acantilados juegan un papel protagonista.
En este artículo, te llevaré a recorrer los principales puntos panorámicos de la costa formenterense, desvelando rutas adaptadas a todos los niveles, consejos prácticos para fotografiar estos impresionantes paisajes y recomendaciones para convertir tu visita en una experiencia inolvidable. Prepara tus botas de senderismo, tu cámara y tu espíritu aventurero para descubrir una Formentera diferente, alejada de las masificadas playas de arena blanca.
Los Acantilados de La Mola: El Balcón del Mediterráneo
El Faro de La Mola: Donde Comienza la Aventura
Nuestra ruta comienza en el extremo este de la isla, en la meseta de La Mola, donde se ubica el majestuoso Faro de La Mola. Este faro, inmortalizado por Julio Verne como "el faro del fin del mundo", marca el punto más elevado de Formentera a 120 metros sobre el nivel del mar. Desde aquí, las vistas panorámicas son simplemente espectaculares: el azul infinito del Mediterráneo se funde con el horizonte creando una estampa de postal.
Para llegar al faro, puedes acceder en coche, moto o bicicleta (aunque ten en cuenta que la subida es pronunciada). Una vez allí, comienza el verdadero espectáculo. Un camino perfectamente señalizado te conducirá por el borde del acantilado, ofreciéndote perspectivas cambiantes de la costa recortada. No olvides acercarte al mirador oficial, donde una plataforma de madera permite asomarse al abismo con total seguridad.
El Camí de Sa Pujada: Historia y Naturaleza
Desde el faro, te recomiendo continuar hacia el Camí de Sa Pujada, un antiguo sendero empedrado que históricamente conectaba el pueblo de La Mola con el resto de la isla antes de la construcción de la carretera. Este camino zigzagueante, tallado en la roca, desciende por el acantilado ofreciendo vistas impresionantes durante todo el recorrido.
El trayecto completo tiene aproximadamente 1,5 kilómetros de longitud y un desnivel considerable, por lo que requiere cierta preparación física. Sin embargo, incluso recorriendo solo los primeros tramos, las panorámicas merecen el esfuerzo. Durante el descenso, podrás observar la rica vegetación endémica que crece desafiando la verticalidad: palmitos, sabinas y plantas aromáticas como el romero y el tomillo llenan el aire con sus fragancias mediterráneas.
La Ruta del Norte: Entre Calas Vírgenes y Acantilados Verticales
Es Caló des Mort: La Cala Perfecta
Continuando nuestra exploración por la costa este, pero avanzando hacia el norte desde La Mola, encontramos Es Caló des Mort. Esta pequeña cala encajada entre acantilados representa uno de los rincones más fotografiados de Formentera. La combinación de aguas turquesas, roca rojiza y el contraste con el verde de los pinos crea un escenario de belleza sublime.
Para acceder a Es Caló des Mort, deberás dejar el vehículo en el aparcamiento de Migjorn y continuar a pie por un sendero bien señalizado. Aunque la cala suele estar concurrida en temporada alta, los acantilados que la rodean ofrecen múltiples puntos elevados donde disfrutar de las vistas en solitario. Si eres amante de la fotografía, te recomiendo visitarla al atardecer, cuando la luz dorada realza los colores de la roca y el mar.
Punta Pedrera: Geometría Natural
Siguiendo la costa norte, llegamos a Punta Pedrera, un espectacular acantilado caracterizado por su peculiar formación geológica. Aquí, la erosión marina ha esculpido la roca caliza creando estructuras que parecen diseñadas por un arquitecto: plataformas perfectamente horizontales que descienden hacia el mar como gigantescas escaleras naturales.
Este lugar, también conocido como Punta de Sa Pedrera, fue históricamente una cantera de marés (piedra arenisca típica de las Baleares), lo que explica sus formas geometrizadas. Hoy, convertido en un espacio natural protegido, ofrece uno de los paseos costeros más originales de toda la isla. El sendero, sencillo y apto para todos los públicos, recorre el borde del acantilado permitiéndote contemplar las piscinas naturales que se forman entre las rocas cuando sube la marea.
El Oeste Salvaje: Donde el Sol se Despide de Formentera
Cabo de Barbaria: Soledad y Naturaleza Pura
En el extremo occidental de la isla se alza el Cabo de Barbaria, un promontorio rocoso donde los acantilados alcanzan una belleza sobrecogedora. Dominado por otro faro emblemático, este cabo representa el punto más salvaje y menos transitado de nuestra ruta, lo que lo convierte en un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza en estado puro.
El acceso al Cabo de Barbaria se realiza por una carretera estrecha que atraviesa campos de cultivo y bosques de sabinas retorcidas por el viento. Una vez llegues al aparcamiento del faro, podrás explorar los senderos que bordean el acantilado. Uno de los puntos más espectaculares es la Cova Foradada, una cueva natural con un agujero en el techo que crea un juego de luces fascinante en su interior. Para acceder a ella, deberás seguir las indicaciones y descender con precaución por unas escaleras talladas en la roca.
El Cabo de Barbaria ofrece probablemente las puestas de sol más impresionantes de toda Formentera. Ver cómo el astro rey se sumerge lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo y el mar de tonos anaranjados y rojizos, con la silueta del faro recortándose contra este lienzo natural, es una experiencia que quedará grabada en tu memoria para siempre.
Consejos Prácticos para Disfrutar de los Acantilados de Formentera
Equipamiento Recomendado: Preparados para la Aventura
Para disfrutar plenamente de esta ruta por los acantilados, es fundamental contar con el equipamiento adecuado:
Calzado de senderismo con buena sujeción y suela antideslizante. Algunos tramos presentan terreno irregular y piedras sueltas.
Protección solar de alto factor. La reflexión del sol en el mar intensifica la radiación solar.
Sombrero o gorra y gafas de sol.
Agua suficiente. En los acantilados no encontrarás fuentes ni puntos de abastecimiento.
Comida ligera o snacks energéticos para reponer fuerzas durante el recorrido.
Cámara fotográfica con batería extra y tarjeta de memoria de gran capacidad. Te aseguro que no pararás de hacer fotos.
Prismáticos, si eres aficionado a la observación de aves marinas.
Mejores Épocas para Visitar los Acantilados
Aunque Formentera es conocida como destino estival, para recorrer sus acantilados te recomiendo evitar los meses de julio y agosto. El calor puede ser agobiante y los senderos más concurridos. Las mejores épocas son:
Primavera (abril-junio): La isla se viste con un manto verde y florido, las temperaturas son agradables y los caminos están menos transitados.
Otoño (septiembre-octubre): El mar mantiene una temperatura cálida para posibles baños, pero la afluencia turística disminuye considerablemente.
En cuanto a los momentos del día, las primeras horas de la mañana ofrecen una luz perfecta para fotografiar la costa este, mientras que los atardeceres son espectaculares en la zona occidental (especialmente en Cabo de Barbaria).
Seguridad en los Acantilados: Respeto y Precaución
Los acantilados de Formentera, aunque accesibles, requieren ciertas precauciones:
Nunca te acerques demasiado al borde sin comprobar antes la estabilidad del terreno.
Respeta las señalizaciones y vallas de protección cuando existan.
Informa siempre a alguien de tu ruta y hora estimada de regreso.
Comprueba las previsiones meteorológicas. Con viento fuerte, algunos senderos pueden resultar peligrosos.
Lleva el teléfono móvil cargado, aunque ten en cuenta que en algunos puntos remotos puede no haber cobertura.
Fotografiando los Acantilados: Consejos para Capturar la Magia
Mejores Encuadres y Condiciones de Luz
Para los amantes de la fotografía, los acantilados de Formentera ofrecen posibilidades infinitas. Algunos consejos específicos:
Utiliza un objetivo gran angular para capturar la inmensidad del paisaje.
Aprovecha la "hora dorada" (primera hora de la mañana y última de la tarde) cuando la luz es más cálida y oblicua, creando texturas y sombras dramáticas en las rocas.
Incluye elementos en primer plano (una sabina retorcida, formaciones rocosas interesantes) para dar profundidad a tus composiciones.
Experimenta con exposiciones largas si fotografías la costa en días de mar revuelto. El efecto sedoso del agua contrastando con la solidez de los acantilados crea imágenes espectaculares.
No descuides los detalles: texturas de las rocas, flora endémica, pequeñas calas vistas desde arriba...
Spots Fotográficos Imprescindibles
Además de los puntos ya mencionados en la ruta, estos son algunos rincones que ningún fotógrafo debería perderse:
La grieta de La Mola: Una fractura espectacular en el acantilado cerca del faro.
Es Copinar: Formaciones rocosas que se adentran en el mar como dedos gigantes.
Cala Saona desde arriba: Aunque no es un acantilado de gran altura, los contrastes cromáticos son extraordinarios.
Conectando con la Naturaleza: Flora y Fauna de los Acantilados
Ecosistema Único: La Vida al Borde del Mar
Los acantilados de Formentera conforman un ecosistema único donde numerosas especies han desarrollado adaptaciones especiales para sobrevivir en condiciones extremas de salinidad, viento y escasez de agua dulce. Entre la flora característica destacan:
Sabina formenterense (Juniperus phoenicea): Con sus formas retorcidas moldeadas por el viento, estos árboles centenarios son el símbolo vegetal de la isla.
Hinojo marino (Crithmum maritimum): Una planta comestible con propiedades medicinales que crece directamente sobre la roca.
Siempreviva (Limonium formenterae): Endémica de Formentera, sus pequeñas flores moradas adornan los acantilados en primavera.
En cuanto a la fauna, los acantilados son el hogar de:
Halcón peregrino (Falco peregrinus): Puede avistarse planeando sobre las corrientes térmicas o lanzándose en picado a velocidades vertiginosas.
Pardela balear (Puffinus mauretanicus): Una especie endémica en peligro crítico de extinción que anida en algunas zonas de los acantilados.
Lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis formenterae): Subespecie endémica de vivos colores.
Gastronomía Local: Reponer Fuerzas con Sabor Mediterráneo
Dónde Comer Cerca de los Acantilados
Después de una jornada explorando los acantilados, nada mejor que reponer energías con la excelente gastronomía local. Aunque en las zonas más remotas no encontrarás establecimientos, en los puntos estratégicos de la ruta existen opciones para todos los gustos:
Restaurante El Mirador (La Mola): Como su propio nombre indica, ofrece vistas espectaculares mientras disfrutas de platos tradicionales como el "bullit de peix" (guiso de pescado) o la "ensalada payesa".
Bar Es Caló (Es Caló de Sant Agustí): Un sencillo bar de pescadores donde probar los mejores mariscos frescos de la isla.
Chiringuito Cala Saona: Ideal para una pausa refrescante cerca de la ruta occidental.
Productos Locales para el Picnic Perfecto
Si prefieres comer al aire libre contemplando el mar, te recomiendo preparar un picnic con productos locales que podrás adquirir en los mercados o tiendas de la isla:
Queso de cabra de Formentera, con su característico sabor intenso.
Sobrasada ibicenca, embutido tradicional de las Pitiusas.
Pan pagés, el pan tradicional de la isla.
Vino de la tierra, especialmente el blanco de la variedad malvasía.
Flaó, un delicioso pastel de queso fresco y hierbabuena.
Alojamiento: Dónde Descansar Después de la Aventura
Opciones Estratégicas para los Amantes de los Acantilados
Para aprovechar al máximo tu ruta por los acantilados, te recomiendo alojarte en estas zonas:
La Mola: El pueblo más elevado de la isla ofrece casas rurales con encanto y permite acceder rápidamente a los acantilados orientales.
Es Pujols: La principal zona turística cuenta con todos los servicios y está bien comunicada con el resto de la isla.
Sant Francesc Xavier: La capital de Formentera, con una ubicación central ideal para explorar tanto la costa este como la oeste.
Camping y Opciones Sostenibles
Si buscas una conexión más directa con la naturaleza, considera estas alternativas:
Camping de Formentera: El único camping oficial de la isla, situado cerca de Migjorn, ofrece parcelas sombreadas y todas las comodidades necesarias.
Agroturismos: Casas rurales que mantienen la arquitectura tradicional formenterense y suelen contar con huertos ecológicos propios.
Conciencia Ecológica: Preservar el Paraíso
Impacto del Turismo y Medidas de Protección
Los acantilados de Formentera, como parte del Parque Natural de Ses Salines, están protegidos por diversas figuras legales que buscan preservar su valor ecológico. Como visitantes responsables, debemos:
Mantenernos siempre en los senderos marcados para evitar la erosión y el daño a la vegetación.
No recolectar plantas ni elementos naturales como conchas o piedras.
Llevarnos toda nuestra basura e incluso recoger la que encontremos.
Respetar la fauna local, especialmente durante las épocas de nidificación de aves.
Moderar el ruido para no alterar el equilibrio natural del entorno.
Conclusión: El Tesoro Escondido de Formentera
Los acantilados de Formentera representan una faceta menos conocida pero igualmente fascinante de esta isla balear. Lejos del estereotipo de destino exclusivamente playero, estos gigantes de piedra ofrecen al viajero inquieto paisajes de belleza sobrecogedora, rutas de senderismo adaptadas a todos los niveles y experiencias fotográficas excepcionales.
Recorrer estos miradores naturales es adentrarse en la esencia más auténtica de Formentera, donde la naturaleza muestra su poder creativo modelando la piedra durante milenios. Es descubrir cómo la vida se abre paso en las condiciones más adversas, cómo los colores del mar Mediterráneo cambian constantemente según la luz del día y cómo el silencio solo interrumpido por el rumor de las olas y el canto de las aves marinas puede transformarse en la banda sonora perfecta para un viaje inolvidable.
Te animo a descubrir esta Formentera vertical, a explorar sus acantilados con respeto y asombro, a capturar con tu cámara o simplemente con tu memoria esos instantes mágicos en que la tierra y el mar se encuentran dramáticamente. Una experiencia que, te aseguro, te hará regresar a esta pequeña gran isla del Mediterráneo.