Fiesta Vaquilla del Ángel en Teruel
Descubre la Fiesta Vaquilla del Ángel en Teruel, una celebración que transforma la ciudad en un epicentro de diversión y tradición cada julio. Disfruta de atracciones turísticas y vive esta explosión de alegría y cultura en Aragón.
ARAGÓNFESTIVIDADES
3/16/20258 min leer


La Vaquilla del Ángel en Teruel: Una Fiesta Única
Cuando el verano comienza a calentar las tierras aragonesas, la ciudad de Teruel se prepara para vivir su fiesta grande: la Vaquilla del Ángel. Esta celebración, que tiene lugar durante el fin de semana más próximo al 10 de julio, transforma por completo la tranquila capital turolense en un epicentro de diversión, tradición y pasión taurina que atrae a miles de visitantes cada año.
La Vaquilla, como la conocen popularmente los turolenses, no es simplemente una fiesta más del calendario festivo español. Es una explosión de alegría colectiva, una manifestación de identidad cultural y un evento que ha sabido mantener su esencia a lo largo de los siglos, adaptándose a los nuevos tiempos sin perder su autenticidad.
Orígenes históricos: un viaje en el tiempo
Las raíces de la Vaquilla del Ángel se remontan al siglo XIV, cuando la ciudad celebraba la festividad de San Cristóbal con corridas de toros. Sin embargo, la configuración actual de la fiesta tiene su origen en el siglo XVII, cuando se vinculó a las celebraciones religiosas en honor al Santo Ángel Custodio, patrón de Teruel.
La denominación "Vaquilla del Ángel" surge precisamente de esta conexión con el Santo Ángel, aunque con el paso del tiempo el componente religioso ha ido cediendo protagonismo al aspecto festivo y taurino. No obstante, la misa en honor al Santo Ángel sigue siendo un acto importante dentro del programa de festejos.
A lo largo de su historia, la Vaquilla ha sufrido prohibiciones, modificaciones y reinvenciones. Uno de los momentos más críticos fue durante la Guerra Civil española, cuando la fiesta quedó interrumpida. Tras la contienda, se recuperó con fuerza y ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy: una celebración declarada de Interés Turístico Nacional que atrae a turolenses emigrados y a turistas de toda España.
La estructura de la fiesta: cuatro días de intensidad
La Vaquilla del Ángel se concentra en cuatro días de fiesta intensa, desde el viernes hasta el lunes. Cada jornada tiene sus propios rituales y momentos destacados, creando un programa variado y sin descanso.
Viernes: El Sermón de la Vaquilla
El viernes por la tarde marca el inicio oficial de la fiesta con el Sermón de la Vaquilla. Este peculiar acto tiene lugar en la Plaza del Torico, corazón de la ciudad. Un orador designado, generalmente una personalidad local, pronuncia un discurso humorístico y satírico sobre la actualidad turolense y nacional, dando el pistoletazo de salida a la fiesta.
Tras el sermón, la plaza se convierte en un hervidero de gente que baila al ritmo de la música y disfruta de la primera noche de fiesta. Los grupos de peñistas, identificables por sus pañuelos de colores, comienzan a animar las calles del centro histórico.
Sábado: La Merienda y el Toro Ensogado
El sábado es una jornada intensa que comienza con diversas actividades culturales y deportivas. Por la tarde, una de las tradiciones más entrañables tiene lugar: la merienda. Miles de turolenses y visitantes se desplazan hasta el parque de Los Fueros para disfrutar de una comida campestre que suele incluir jamón de Teruel, queso, embutidos y fruta.
Al atardecer, la atención se desplaza a la Plaza del Torico para presenciar uno de los momentos más esperados: el Toro Ensogado. Un toro, sujeto por cuerdas que manejan expertos corredores, recorre las calles del centro mientras los más valientes intentan acercarse lo máximo posible sin ser alcanzados.
Domingo: El Gran Día
El domingo es considerado el día principal de la Vaquilla. La jornada comienza temprano con la Diana Floreada, un pasacalles musical que despierta a la ciudad. Posteriormente, se celebra la Misa en honor al Santo Ángel Custodio en la Catedral de Santa María.
Al mediodía tiene lugar el tradicional desfile de peñas por las calles céntricas. Las peñas vaquilleras, acompañadas de sus charangas (pequeñas bandas de música), recorren la ciudad mostrando sus estandartes y animando a todos los presentes.
Por la tarde, la actividad se traslada a la Plaza de Toros, donde se celebra una corrida de categoría. Y ya por la noche, el centro de la ciudad se convierte en una gran verbena con música en directo en diferentes localizaciones.
Lunes: La Traca Final
El lunes marca el fin de la fiesta con el momento más emotivo: la Puesta del Pañuelo al Torico. Los peñistas se reúnen en la Plaza del Torico para colocar sus pañuelos en la emblemática estatua del toro que preside la plaza, símbolo de la ciudad.
Después de este acto, tiene lugar la Traca Final, una espectacular sesión de fuegos artificiales que anuncia el fin de la fiesta. Los más resistentes prolongan la celebración hasta altas horas de la madrugada, aprovechando cada minuto de la Vaquilla antes de que la vida normal regrese a la ciudad.
Las peñas vaquilleras: el alma de la fiesta
Las peñas vaquilleras son las verdaderas protagonistas de la Vaquilla del Ángel. Estas asociaciones festivas, que reúnen a personas de diferentes edades y condiciones, son las encargadas de mantener viva la fiesta y de transmitir su espíritu a las nuevas generaciones.
Actualmente, Teruel cuenta con ocho peñas vaquilleras oficiales, cada una con su propia historia, tradiciones y color distintivo:
El Chasco: Fundada en 1942, es la más antigua. Su color es el azul.
El Ajo: Creada en 1955, se identifica con el color rojo.
El Disloque: Surgida en 1968, utiliza el color verde.
Los Marinos: Fundada en 1970, su color es el blanco y azul.
Los Bohemios: Creada en 1970, usa el naranja.
El Trago: Constituida en 1973, se identifica con el color amarillo.
El Despadre: La más joven, fundada en 1984, con el color morado.
Los que Faltaban: También de reciente creación, con el color negro.
Las peñas organizan sus propias actividades durante la fiesta, pero también colaboran en los actos comunes. Cada una tiene su sede o "peña", que funciona como punto de encuentro y lugar de celebración. Muchas de ellas ofrecen comidas populares, conciertos y espectáculos abiertos a todos los públicos.
Para los visitantes, la mejor manera de vivir la Vaquilla es acercarse a alguna de estas peñas, donde serán recibidos con la hospitalidad característica de los turolenses. Aunque no pertenezcan a ninguna peña, cualquiera puede adquirir un pañuelo de los colores de la ciudad (blanco y verde) y sumarse a la fiesta.
Los encierros: tradición y adrenalina
Los encierros son uno de los elementos más característicos y emocionantes de la Vaquilla del Ángel. Durante los días de fiesta, se celebran varios encierros en diferentes ubicaciones de la ciudad.
El más esperado es el encierro urbano del domingo por la mañana, que recorre el centro histórico. Varias vaquillas (no toros, a pesar del nombre de la fiesta) son soltadas en un recorrido acotado, mientras los corredores intentan acercarse lo máximo posible demostrando su valor y destreza.
Estos encierros están estrictamente regulados para garantizar la seguridad tanto de los participantes como de los animales. Personal especializado y servicios médicos supervisan cada evento, y existen normas estrictas sobre quién puede participar.
Para los que prefieren emociones más moderadas, existe la posibilidad de presenciar los encierros desde las barreras o desde los balcones de edificios ubicados en el recorrido, muchos de los cuales son alquilados para la ocasión.
La gastronomía vaquillera: manjar para todos los gustos
Como buena fiesta española, la Vaquilla del Ángel tiene su propia tradición gastronómica. Durante estos días, las calles de Teruel se impregnan de aromas irresistibles que invitan a degustar los platos típicos de la región.
El jamón de Teruel con Denominación de Origen es el rey indiscutible de la mesa. Otras especialidades locales que no pueden faltar son:
Migas a la pastora: Plato a base de pan desmigado, ajo y chorizo.
Ternasco de Aragón: Cordero asado con un sabor inconfundible.
Regañaos: Especie de empanada abierta con diferentes rellenos.
Suspiros de amante: Dulce inspirado en la leyenda de los Amantes de Teruel.
Guirlache: Turrón de almendra típico de la zona.
Durante la fiesta, muchos establecimientos ofrecen menús especiales de la Vaquilla, y las peñas organizan comidas populares donde se pueden degustar estos platos en un ambiente festivo y a precios asequibles.
Para los que quieren probar la auténtica gastronomía turolense, es recomendable visitar el Mercado Central o alguno de los restaurantes tradicionales de la ciudad, donde se elaboran estos platos siguiendo recetas transmitidas de generación en generación.
La música: un elemento indispensable
La música es otro de los elementos fundamentales de la Vaquilla. Durante los cuatro días de fiesta, el sonido de las charangas recorre las calles de Teruel creando una banda sonora festiva que anima a todos a bailar.
Las charangas son pequeñas bandas de música, generalmente compuestas por instrumentos de viento y percusión, que acompañan a las peñas en sus desfiles y actividades. Cada peña tiene su propia charanga, lo que crea una competición amistosa por ver cuál es la más animada y original.
Además de las charangas, durante la Vaquilla se organizan numerosos conciertos de diversos estilos musicales. Desde la música tradicional aragonesa hasta el rock, pasando por la música electrónica, hay opciones para todos los gustos.
Los bailes populares en la Plaza del Torico y en otras ubicaciones son otro de los atractivos musicales de la fiesta. Aquí, jóvenes y mayores se unen para bailar al ritmo de la música, creando un ambiente de alegría contagiosa.
Consejos prácticos para vivir la Vaquilla
Si estás pensando en vivir la Vaquilla del Ángel, aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán a disfrutar al máximo de la experiencia:
Alojamiento: reserva con antelación
Durante la Vaquilla, la ocupación hotelera en Teruel alcanza el 100%. Es imprescindible reservar alojamiento con varios meses de antelación. Algunas opciones recomendables son:
Hoteles en el centro: Permiten acceder fácilmente a todos los actos.
Apartamentos turísticos: Ofrecen más independencia y suelen ser más económicos para grupos.
Alojamientos en poblaciones cercanas: Si no encuentras alojamiento en Teruel, pueblos como Cella o Caudé son buenas alternativas.
Vestimenta: prepárate para la fiesta
La indumentaria típica de la Vaquilla es sencilla pero identificativa:
Pañuelo verde y blanco: Colores de la ciudad de Teruel.
Camiseta blanca: Para destacar los colores del pañuelo.
Pantalones o faldas blancas: Completan el conjunto.
Calzado cómodo: Fundamental para aguantar largas jornadas de fiesta.
Recuerda que es una fiesta muy activa, con mucho movimiento y en pleno verano, así que la ropa debe ser cómoda y fresca.
Seguridad: disfruta con responsabilidad
Para disfrutar de la Vaquilla de forma segura, ten en cuenta estos consejos:
Respeta las normas de los encierros: Si no tienes experiencia, mejor observa desde un lugar seguro.
Mantente hidratado: Las temperaturas en julio pueden ser muy elevadas.
Cuida tus pertenencias: Como en cualquier aglomeración, es importante estar atento a tus objetos personales.
Consume alcohol con moderación: Es una fiesta larga y el exceso puede arruinar la experiencia.
Movilidad: olvídate del coche
Durante la Vaquilla, el centro de Teruel se convierte en zona peatonal. Lo más recomendable es aparcar en las afueras y moverse a pie o utilizando el transporte público, que refuerza sus servicios durante estos días.
Más allá de la Vaquilla: extendiendo la visita
Si tienes la oportunidad de extender tu estancia en Teruel más allá de los días de la Vaquilla, la ciudad y su provincia ofrecen numerosos atractivos que merecen la pena:
Patrimonio cultural de Teruel
Arquitectura mudéjar: Teruel posee un conjunto de monumentos mudéjares declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Mausoleo de los Amantes: Alberga los restos de los protagonistas de la famosa leyenda de amor.
Catedral de Santa María: Impresionante ejemplo de arte mudéjar aragonés.
Escalinata neomudéjar: Monumental escalera que une la estación de tren con el centro de la ciudad.
Excursiones en la provincia
Albarracín: Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, a solo 35 kilómetros de Teruel.
Dinópolis: Parque temático y paleontológico ideal para visitar en familia.
Sierra de Albarracín: Paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Rubielos de Mora: Precioso pueblo medieval con un casco histórico impecablemente conservado.
Conclusión: una fiesta que marca el alma
La Vaquilla del Ángel es mucho más que una fiesta popular: es una experiencia que deja huella en quien la vive. La combinación de tradición taurina, música, gastronomía y el carácter acogedor de los turolenses crea un ambiente único que engancha a propios y extraños.