Descubre la Gastronomía Cántabra: Sabores Únicos
La gastronomía cántabra es un tesoro culinario que combina los sabores del mar y la montaña. Descubre una ruta gastronómica llena de contrastes y platos auténticos que reflejan la riqueza de esta región del norte de España.
GASTRONOMÍACANTABRIA
3/14/20258 min leer


Sabores de Cantabria: Una Ruta Gastronómica por sus Platos Más Auténticos
La gastronomía cántabra es un tesoro culinario que refleja a la perfección el carácter de esta tierra verde y marinera. Entre montañas y mar, Cantabria ha desarrollado una cocina de contrastes que aprovecha los productos de ambos entornos para crear platos de una autenticidad y sabor inigualables. Si eres un apasionado de la buena mesa, prepárate para descubrir una ruta gastronómica que te llevará por los sabores más genuinos de esta región del norte de España.
La cocina cántabra: Entre el mar y la montaña
La gastronomía de Cantabria se caracteriza por su dualidad mar-montaña, que se traduce en una cocina de productos frescos y de temporada. Esta región, bendecida por un clima húmedo y una tierra fértil, ofrece ingredientes de primera calidad que son la base de recetas tradicionales transmitidas de generación en generación.
En nuestra ruta gastronómica vamos a recorrer los platos más emblemáticos de la cocina cántabra, desde los entrantes hasta los postres, pasando por los guisos, las carnes y los pescados que han hecho famosa a esta cocina en toda España.
Entrantes y aperitivos: El comienzo perfecto
Rabas: El aperitivo estrella
Las rabas son, sin duda, el aperitivo por excelencia en Cantabria. Estos calamares fritos, cortados en tiras y rebozados, se diferencian de las clásicas "calamares a la romana" por su corte característico y su rebozado especial. La clave está en utilizar calamares de calidad y en el punto exacto de fritura para que queden crujientes por fuera y tiernos por dentro.
En Santander, especialmente en la zona de Puertochico y el Barrio Pesquero, encontrarás algunos de los mejores bares para degustar este manjar. Las rabas se suelen acompañar con un trozo de limón y, por supuesto, con un buen vino blanco de la tierra o una caña de cerveza fría.
Anchoas de Santoña: El oro del Cantábrico
Las anchoas de Santoña son conocidas internacionalmente por su calidad excepcional. Este pequeño pescado azul, tras un meticuloso proceso de salazón y conservación en aceite de oliva, se convierte en un manjar delicado y sabroso. El proceso artesanal de elaboración, que incluye el fileteado a mano, es parte del patrimonio cultural de localidades como Santoña, Laredo o Castro Urdiales.
Para degustar las mejores anchoas, te recomendamos visitar alguna de las conserveras tradicionales de Santoña, donde podrás conocer el proceso de elaboración y comprar este producto gourmet directamente del fabricante. Pruébalas sobre una rebanada de pan con un poco de mantequilla, como hacen los locales.
Quesos de Cantabria: Sabores de la tierra
Los quesos cántabros merecen un capítulo aparte en nuestra ruta gastronómica. El más famoso es el queso de nata, suave y cremoso, elaborado con leche de vaca. Pero no podemos olvidar otros como el queso picón Bejes-Tresviso, de sabor intenso y con vetas azules, similar al Cabrales asturiano pero con personalidad propia.
En los valles pasiegos encontrarás pequeñas queserías artesanales donde elaboran estos quesos siguiendo métodos tradicionales. Una visita a alguna de ellas te permitirá conocer el proceso de elaboración y, por supuesto, degustar y comprar estos deliciosos productos lácteos.
Primeros platos: Cuchareo y tradición
Cocido montañés: El plato más emblemático
El cocido montañés es el buque insignia de la gastronomía cántabra. Este contundente plato de cuchara, perfecto para los días fríos, tiene como ingredientes principales las alubias blancas (conocidas localmente como "caricos"), la berza, el compango (conjunto de carnes y embutidos) y el relleno (una especie de morcilla elaborada con pan, huevo y especias).
Los mejores cocidos montañeses se encuentran en los restaurantes tradicionales de comarcas como Cabuérniga, Campoo o Liébana. Se sirve tradicionalmente en dos vuelcos: primero el caldo con fideos y después las alubias con las carnes y la berza. Un verdadero festín que por sí solo justifica un viaje a Cantabria.
Sorropotún o marmita: El guiso marinero
El sorropotún, también conocido como marmita, es un guiso marinero típico de los puertos cántabros. Su ingrediente principal es el bonito o atún, al que se añaden patatas, cebolla, pimiento y tomate. Su nombre proviene del recipiente en el que se cocinaba tradicionalmente, la "marmita", que usaban los pescadores para preparar este plato nutritivo a bordo de sus barcos.
En localidades como San Vicente de la Barquera, Comillas o Suances encontrarás restaurantes especializados en este guiso, especialmente durante la temporada del bonito (de junio a octubre). La textura melosa del bonito y el sabor intenso del guiso hacen de este plato una experiencia gastronómica inolvidable.
Alubias con almejas: La perfecta fusión mar y montaña
Las alubias con almejas representan a la perfección esa fusión entre productos del mar y de la tierra tan característica de la cocina cántabra. Este plato combina las alubias blancas con almejas frescas, creando un guiso de textura cremosa y sabor intenso.
En la zona costera, especialmente en Santander y Pedreña, podrás encontrar este plato en los menús de muchos restaurantes tradicionales. La clave está en la calidad de las almejas, que deben ser frescas y jugosas, y en el caldo corto en el que se abren, que aporta todo el sabor del mar a las alubias.
Pescados y mariscos: Los tesoros del Cantábrico
Rabas de magano: El calamar a la santanderina
Aunque ya hemos hablado de las rabas como aperitivo, es importante destacar las rabas de magano, una versión más elaborada que se sirve como plato principal. El magano es el nombre local del calamar grande, que se corta en tiras gruesas y se fríe en aceite de oliva tras pasarlo por harina.
En la Bahía de Santander, especialmente en el barrio marinero de Pedreña, encontrarás algunos de los mejores restaurantes para degustar este plato. La diferencia está en la calidad del calamar y en el corte, más grueso y jugoso que en las rabas de aperitivo.
Pescados a la brasa: La esencia del mar
Los pescados a la brasa son otra de las especialidades de la costa cántabra. Lubina, dorada, rodaballo y, por supuesto, el delicioso jargo (similar al besugo) son algunos de los pescados que podrás degustar en las parrillas de carbón de los restaurantes costeros.
La preparación es sencilla pero requiere maestría: pescado fresco, sal gorda, aceite de oliva y el punto exacto de cocción en la parrilla. En localidades como Castro Urdiales, Laredo o Santoña encontrarás restaurantes especializados en esta técnica culinaria que respeta al máximo el sabor del producto.
Mariscos: El lujo del Cantábrico
Los mariscos del Cantábrico son famosos por su calidad excepcional. Percebes, centollos, nécoras, bogavantes y langostas son algunos de los crustáceos que podrás degustar en las marisquerías de la región.
La zona de San Vicente de la Barquera es especialmente conocida por la calidad de sus mariscos, sobre todo los percebes que se recolectan en los acantilados de la costa occidental. La forma tradicional de preparación es muy sencilla: cocidos en agua de mar o con mucha sal, para preservar todo su sabor.
Carnes: El sabor de la montaña
Carne de tudanca: El manjar de la montaña
La carne de tudanca, procedente de una raza bovina autóctona de Cantabria, es uno de los productos cárnicos más apreciados de la región. De color rojo oscuro y con un sabor intenso, esta carne se caracteriza por su jugosidad y terneza.
En los valles interiores, especialmente en la comarca de Cabuérniga y en el Valle del Nansa, podrás encontrar restaurantes especializados en preparaciones tradicionales como el estofado de tudanca o los filetes a la brasa. La calidad de esta carne, procedente de animales criados en libertad en los prados de montaña, es absolutamente excepcional.
Guisos de caza: Sabores intensos
Los guisos de caza forman parte de la tradición culinaria de las zonas montañosas de Cantabria. Jabalí, corzo y venado son las carnes más utilizadas, preparadas en guisos de cocción lenta con vino tinto, verduras y especias.
En la comarca de Liébana y en los pueblos cercanos a los Picos de Europa, estos guisos son especialmente populares durante la temporada de caza (otoño e invierno). El sabor intenso y la textura melosa de estas carnes hacen de estos platos una experiencia gastronómica única, perfecta para los días fríos.
Postres: El dulce final
Sobaos pasiegos: El dulce más famoso
Los sobaos pasiegos son, sin duda, el postre más conocido de Cantabria. Estos pequeños bizcochos esponjosos, elaborados con mantequilla de vaca, huevos, harina y azúcar, tienen su origen en los Valles Pasiegos, una comarca de gran tradición ganadera.
En pueblos como Vega de Pas, San Roque de Riomiera o Selaya encontrarás obradores tradicionales donde elaboran estos dulces siguiendo recetas centenarias. El secreto está en la calidad de la mantequilla, que debe ser de vaca pasiega, y en el punto exacto de horneado para conseguir esa textura esponjosa tan característica.
Quesada pasiega: La joya láctea
La quesada pasiega es otro de los dulces tradicionales de la región. A pesar de su nombre, no lleva queso sino cuajada fresca, a la que se añaden huevos, mantequilla, azúcar, harina y ralladura de limón.
Este postre, también originario de los Valles Pasiegos, tiene una textura cremosa y un sabor suave con un ligero toque ácido. En cualquier pastelería tradicional de Cantabria podrás encontrar quesadas artesanales, aunque las mejores se elaboran en los pequeños obradores de los pueblos pasiegos.
Pantortillas de Reinosa: El dulce de la montaña
Las pantortillas son un dulce tradicional de la comarca de Campoo, especialmente populares en la localidad de Reinosa. Se trata de un bizcocho plano y circular, elaborado con huevos, azúcar, harina y mantequilla, que se hornea hasta conseguir un color dorado.
Este dulce, cuyo nombre proviene de "pan de tortilla", es ideal para acompañar el café o el té de la tarde. En las pastelerías tradicionales de Reinosa podrás encontrar pantortillas artesanales, elaboradas siguiendo recetas que se han transmitido de generación en generación.
Bebidas: Para acompañar la gastronomía cántabra
Vinos y licores de Liébana
La comarca de Liébana, en el oeste de Cantabria, tiene una larga tradición vitivinícola. Aunque no existe una denominación de origen oficial, los vinos de Liébana son apreciados por su carácter y personalidad.
Pero si hay una bebida típica de esta comarca, es el orujo de Liébana, un aguardiente elaborado con los restos de la uva después de la vendimia. Tradicional de Potes y los pueblos cercanos, este licor se destila en alambiques de cobre siguiendo métodos artesanales. También son populares los licores de orujo con diferentes sabores: hierbas, miel o frutas.
Sidra de Cantabria
Aunque menos conocida que la sidra asturiana, la sidra de Cantabria tiene también una larga tradición, especialmente en las comarcas del occidente de la región. Elaborada con manzanas autóctonas, esta bebida refrescante es el acompañamiento perfecto para los platos de pescado y marisco.
En localidades como Val de San Vicente o Herrerías podrás encontrar pequeños productores que elaboran sidra siguiendo métodos tradicionales. La forma de servirla es similar a la asturiana: desde cierta altura para conseguir que se oxigene y desarrolle todo su sabor y aroma.
Dónde comer en Cantabria: Restaurantes imprescindibles
Restaurantes de alta cocina
Cantabria cuenta con varios restaurantes de alta cocina que han situado la gastronomía regional en el mapa culinario nacional e internacional. El Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones, con tres estrellas Michelin, es el buque insignia de la alta cocina cántabra. Su chef, Jesús Sánchez, reinterpreta los platos tradicionales con técnicas modernas y una presentación impecable.
Otros restaurantes destacados son El Serbal y La Casona del Judío, ambos en Santander y con una estrella Michelin cada uno. En ellos podrás degustar una cocina contemporánea que no pierde de vista las raíces y los productos de la tierra.
Restaurantes tradicionales
Si lo que buscas es la auténtica cocina cántabra, no te faltarán opciones. En el Barrio Pesquero de Santander encontrarás numerosos restaurantes especializados en pescados y mariscos, como Casa Silvio o La Mulata.
En la costa oriental, destaca el Asador Bedoya en Santoña, especializado en pescados a la brasa, y El Pescador en Laredo, famoso por sus guisos marineros.
En el interior, no te pierdas El Portón en Vega de Pas, donde podrás degustar el mejor cocido montañés, o El Urogallo en Potes, harán de tu estancia una delicia.
¡No lo dudes y descubre los asabrores de esta región tan fantástica!